El desconfinamiento ha llegado y es una realidad palpable. Así como nos amoldamos a un nuevo estilo de vida, nuestras inversiones empiezan a asomar la cabeza a la realidad.
El desconfinamiento de nuestras inversiones
Los gobiernos de todo el mundo empiezan a quitar de a poco la cuarentena e inicia el desconfinamiento que tanto nos ha afectado. Así también, las empresas empiezan a ver un tenue luz al final del camino en este duro proceso económico que ha afectado a muchas a empresas, tal vez o tal vez menos.
Hay una realidad, las personas mueven a las empresas y no al revés. Si no van los administrativos a la oficina no hay quien realice las tareas. Si no hay gente yendo de viaje, no habrá ocupación hotelera que reflejar. Nosotros somos el motor de la economía y el coronavirus ha puesto en evidencia que no era tan palpable.
Por ello, al momento de empezar el desconfinamiento empresarial deberemos estar atentos al factor humano: ¿la empresa en la que invierto ya está retomando su actividad normal?, ¿cómo atravesó la cuarentena?, ¿pudo seguir vendiendo su producto o servicio de forma digital?.
Si inviertes en empresas relacionadas al sector turístico es muy probable que el panorama sea muy desalentador en este momento. Si lo haces en compañías del sector farmacéutico estarás de parabienes, ya que hay muchas que han encontrado en el covid-19 una oportunidad única.
Sería como realizar una especie de desescalada del desconfinamiento en cada componente de nuestra cartera en base a las decisiones que se van tomando a nivel nacional e internacional. De esta forma evaluar como se va a ir destrabando la actividad y si es necesario un cambio en nuestra cartera o si es solo un mal momento que se resolverá con el tiempo.
Al contrario de lo que supone para la vida de las personas, el desconfinamiento empresarial es más complejo pero no algo que deba preocuparte demasiado. Solo repasa tu tesis de inversión, aplica la desescalada del desconfinamiento y actúa en consecuencia.
