El aún no resuelto Brexit tiene muchas aristas de por medio. Por ello, el acuerdo de Viernes Santo de hace 21 años está en juego.
Brexit: El acuerdo de Viernes Santo de Irlanda en juego
No es nada nuevo hablar de las diferencias entre Irlanda e Irlanda del Norte (en manos de los ingleses). El acuerdo de Viernes Santo de 1998 trajo la paz a la región que se encontraba en disputa entre quienes querían separarse o no de Reino Unido.
Entre algunas de las disposiciones firmadas en el acuerdo podemos encontrar:
- Principio de que el estatus constitucional de Irlanda del Norte vendrá determinado por el deseo democrático de las poblaciones de Irlanda del Norte y de la República de Irlanda.
- Compromiso de paz entre los partidos políticos de la región (uso de «medios exclusivamente pacíficos y democráticos»).
- Desarme de los grupos paramilitares.
- Transformación de la militarizada Policía Real del Ulster en un servicio de policía civil.
- Retirada de las tropas británicas
- Modificación de la reclamación constitucional irlandesa de soberanía sobre Irlanda del Norte
- Reconocimiento oficial del idioma irlandés en Irlanda del Norte
- Reconocimiento del derecho de nacimiento de los habitantes de Irlanda del Norte de identificarse y ser aceptados como británicos o irlandeses, o ambas cosas a su elección; asimismo, confirmación del derecho de mantener ambas nacionalidades, aceptado por ambos gobiernos, sea cual sea el estatus futuro de la región
El conflicto social y político permitió calmar las aguas y dar la independencia a Irlanda y dejar a Irlanda del Norte en manos del gobierno británico.
Con el Brexit se reanudaría este problema, ya que Irlanda quedaría del lado europeo como se prevé trayendo de nuevo las diferencias entre ambos lados de la frontera.
Esta es una carta que puede usar la Unión Europea al momento de negociar con Reino Unido haciendo presión en como quedarían las fronteras en la isla irlandesa.
Por ello, Boris Johnson pretende crear una zona económica que abarque ambos lados de la frontera.
No es solo la libre circulación de bienes y personas las que estarán en juego el próximo 31 de octubre, también la paz en las islas británicas.
