El pequeño inversor a cobrado un papel importante en los mercados, no por lo mucho que puede ganar sino por la posibilidad de sacar una pequeña tajada en los mercados financieros.
Pequeño inversor: la democratización de los mercados
Ya no hace falta contar con muchísimo dinero ni codearse en los entornos más altos para sacar réditos en los mercados, al abrirse las puertas a todos la inversión ya forma parte de cualquier ciudadano en el mundo.
Y cuando hablamos de pequeño nos referimos a aprovechar los vaivenes del mercado con un mínimo de, por ej., 1000 euros. Esto no solo nos abre las puertas sino que nos permite ir escalando nuestras posiciones a medida que avanzamos.
Un gran inversor tiene la posibilidad de abrir o cerrar posiciones sin ningún problema. Uno pequeño claro que no, pero con la democratización de los mercados podemos ir aumentando nuestras posiciones a medida que vamos avanzando.
Esto también nos permite ir conociéndonos y pensar ¿qué tipo de inversor quieres ser?. Si deseamos un estilo más conservador podemos empezar con la renta fija y si deseamos arriesgar más podemos ir a por la renta variable.
El tema con la renta fija es que en estos momentos no es el mejor destino ante el escenario que presenta los tipos de interés. Por el contrario, la renta variable nos abre mucho más posibilidades pero con riesgo.
Pero es que el riesgo es algo ineludible en los mercados y no podríamos evitarlo. Por ello un inversor novato debe analizar que camino retomar. Porque un pequeño inversor tiene las puertas abiertas pero debe ir con pie de plomo.
¿Entonces que debemos tener en cuenta?:
- Empezar con una pequeña inversión e ir escalándola
- Escoger a conciencia nuestro perfil de inversor
- Analizar cada paso que demos a conciencia
Si un gran inversor toma todos los recaudos necesarios, uno pequeño debe hacerlo por el doble.
