Theresa May, primera ministra de Reino Unido, ha admitido ante el parlamento que los problemas en torno al Brexit persisten pero confía que se encuentre una solución. Lo que provocó risas a los miembros. ¿Es el Brexit una broma de mal gusto?
Risas en el parlamento: ¿es el Brexit una broma de mal gusto?
Se puede esperar de todo en torno a la salida del Reino Unido desde la celebración del referéndum, lo que si no sabemos si risas en una institución gubernamental y ante las palabras de la primera ministra sería algo normal.
«La unión hace la fuerza» dice el dicho, pero parece que a los ingleses no les resultaba de esa manera y decidieron separarse de su puesto de país libre asociado.
Los dichos desde ambos frentes no cesan y hasta se habla de celebrar un nuevo referéndum. Desde la Unión Europea parece que no quieren dar el brazo a torcer y no se contempla, de momento, una posible rectificación del mismo.
Según fuentes diplomáticas, la última reunión del pasado fin de semana entre UK y UE no pudo cerrarse porque desde las islas británicas quieren un acuerdo aduanero más amplio.
Desde Financial Times indicaban que May ha declarado que «no debe haber una fecha de finalización firme para el respaldo».
Pero el Brexit no acarrea una cuestión meramente comercial. También trae consigo incertidumbre ante los ciudadanos de la Europa Continental que trabajan allí ante no saber como van a quedar los acuerdos laborales existentes. Son muchos los profesionales europeos que buscan una salida laboral. La city londinense es muy cosmopolita y un quiebre en este sentido generaría dificultades a las personas que ya trabajan y viven allí.
Otro punto clave es la cuestión de Irlanda, ya que ellos quieren seguir formando parte de la UE. Esto ha traído al frente un posible referéndum, como el que sucedió en Escocia hace unos años, y podría ser un arma a utilizar por la Comunidad Europea para sacar rédito en la negociación.
¿Cuántos productos importados se verían afectados? ¿Quién sucederá a Reino Unido? Incluso se habla de que España está en la mira de muchas empresas ante la búsqueda de una nueva sede.
No sabemos si es una broma, por las risas no, lo que si sabemos es que marzo es la fecha límite en teoría y será un tema más de acá a fin de año para seguir, sin olvidar Italia, la Guerra Comercial o los conflictos petrolíferos en Medio Oriente.
