La reunión de Donald Trump con Vladimir Putin se ha hecho eco en el congreso americano con las declaraciones de Demócratas y Republicanos tras la misma. Enemigos dentro de casa en la administración Trump.
Donald Trump con enemigos dentro de casa
El interés de Trump de mejorar las relaciones con Rusia no es nuevo. Ya durante la campaña electoral y tras el triunfo, las instituciones gubernamentales estadounidenses han puesto el ojo en una supuesta interferencia rusa en el proceso electoral que aun continúa. Putin ha declarado en el encuentro que pone a disposición de la justicia americana lo que necesiten para esclarecer el asunto.
El encuentro entre ambos mandatarios no ha sido visto con buenos ojos por los congresistas quienes han salido con fuertes declaraciones.
El senador republicano de Arizona, Jeff Flake, tachó de «vergonzoso» el comportamiento de Trump. Otro senador republicano, Lindsey Graham (Carolina del Sur), calificó la conferencia como una «oportunidad perdida» que «Rusia considerará como una señal de debilidad y que crea muchos más problemas de los que resuelve».
El presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, y el senador Bob Corker, ambos republicanos, tampoco dudaron en criticar al presidente. Ryan dijo que Trump debe entender que «Rusia no es un aliado», mientras que Corker dijo que los comentarios del presidente estadounidense hicieron que su país pareciera un «pusilánime» en el escenario mundial.
El senador John McCain calificó la conferencia de prensa de Trump como «una de las actuaciones más vergonzosas de un presidente estadounidense».
«La conducta de Donald Trump en la rueda de prensa en Helsinki alcanza y supera el umbral de ‘crímenes y delitos graves’. No fue nada menos que traidora. No solo los comentarios de Trump fueron imbéciles, sino que está totalmente en el bolsillo de Putin. Patriotas republicanos: ¿dónde están?», tuiteó el exjefe de la CIA, John Brennan, quien ha sido una de las voces más fuertes que apoyan la teoría no probada de que la campaña de Trump coludió con Rusia en el período previo a las presidenciales de 2016
Algunos demócratas también respondieron rápidamente a los resultados de la reunión en la capital finlandesa. El líder de la minoría del Senado, Chuck Schumer, dijo que el fracaso de Trump para presionar a Putin era «irreflexivo, peligroso y débil». La senadora para el estado de Massachusetts Elizabeth Warren acusó a Trump de «socavar las instituciones y debilitar las alianzas» de EE.UU.
Pese a las declaraciones durante el meeting donde Trump señalaba “No hubo ninguna colusión. No conocía al presidente [Putin]. Realizamos una brillante campaña electoral, por lo que me convertí en presidente”, las últimas declaraciones muestran lo contrario.
El inquilino de la Casa Blanca explicó que en lugar de decir que no había razones para no creer que Rusia había tenido injerencia en las elecciones dijo que no había razones para creerlo, por lo que su frase se interpretó de manera equivocada.
En la conferencia conjunta con Putin, Trump señaló que no veía «ninguna razón» por la cual Rusia debería haberse entrometido en el proceso electoral de EE.UU., y agregó que Putin ha sido «extremadamente fuerte y poderoso en su negación». Ahora, sin embargo, asegura que lo que quiso decir es que no veía ninguna razón por la cual Rusia «no podría haber» interferido en las elecciones estadounidenses.
«Pensé que lo había dejado muy claro, pero después de revisar la transcripción (…) me di cuenta de que era necesario aclarar algo. La oración debería haber sido (…) ‘no veo ninguna razón por la que no fuera Rusia'», dijo Trump el martes en la Casa Blanca, citado por la cadena NBC.
Lo cierto es que la rusofobia cobró fuerza, Trump trató de salir del paso modificando sus declaraciones, las pruebas contra Rusia siguen sin aparecer y Facebook recientemente ha sido acusado de marcar a 65000 usuarios rusos con la etiqueta «interesados en la traición», sin olvidar el caso Cambridge Analytica.
Fuente actualidad.rt.com
