Tras haber analizado los stop loss y la esperanza de beneficio queda por estudiar un punto clave: el dimensionamiento de las posiciones. El dimensionamiento trata cuál es el porcentaje de nuestro capital que tenemos que invertir en cada operación. Este punto ya se aleja totalmente del sistema de trading y se introduce de forma plena en el ámbito de la gestión monetaria.
Como se ha dicho desde el principio, el único trader que vale es aquel que es capaz de mantenerse en el mercado. Un buen sistema no vale nada si no se le deja trabajar porque con la primera opción el trader ha perdido todo su capital. Tomemos como ejemplo un sistema de trading en el que los stop loss y take profit están perfectamente controlados y en el que la ganancia media es del 10%, la pérdida media un 20% y el porcentaje de acierto un 75%.
Como se puede ver este es un sistema ganador, ya que la esperanza de ganancia es de un 2’5% (ganancia media por porcentaje de aciertos menos pérdida media por porcentaje de error). Sin embargo, si invertimos en cada operación el 100% de nuestro capital de, supongamos, 100€ y la operación es perdedora (una de cada cuatro lo serán) sólo nos quedarán 80€. Ahora sólo para recuperar nuestro capital inicial necesitaremos ganar cuatro veces seguidas sin perder ninguna (la probabilidad de esto es de un 32%).
Si nuestra segunda operación fuera perdedora también (esto puede pasar una de cada 16 veces) serán necesarias seis operaciones seguidas sin que ninguna de ellas sea perdedora sólo para recuperar nuestro capital inicial.
Este problema se agrava si se negocian productos apalancados. Suponiendo que hubiéramos invertido nuestros 100€ en un producto con un apalancamiento 1:2.5 que en realidad es bastante bajo, sería como si operáramos con 250€. Si perdemos, cosa que recordemos que pasa una de cada cuatro veces, nos quedaríamos con 50€. Necesitaríamos 5 ganancias seguidas sólo para recuperarnos, pero si lo siguiente fuera otra pérdida nos quedaríamos sólo con 25€ y necesitaríamos una racha de 8 operaciones ganadoras seguidas para recuperarnos, ya que deberíamos acumular una ganancia del 400%.
Con estos datos es fácil hacerse idea de lo importante que es el dimensionamiento de las posiciones si se quiere permanecer en el mercado el tiempo suficiente para empezar a ganar dinero. Es bien conocido el hecho de que en 1913 en el casino de Montecarlo la bola de la ruleta cayó 26 veces seguidas en negro para desesperación de los jugadores que seguían apostando al rojo creyendo que la racha debía acabar. Con los dimensionamientos que se han comentado hasta ahora incluso cualquier racha de pérdidas muy inferior a 26 nos dejaría totalmente fuera del mercado.
La pregunta entonces es cuál es el dimensionamiento adecuado. La respuesta depende bastante de la tolerancia al riesgo, y aunque las prisas por hacerse rico nunca son buenas consejeras, tampoco tiene sentido hacer operaciones demasiado pequeñas con un sistema solvente.
Por tanto, como regla general, la mejor opción es hacer operaciones en las que según el stop loss, la pérdida máxima esté entre el 5% y el 3% del capital de trading total. Si entendemos que estamos fuera del mercado cuando perdemos el 70% de nuestro capital, usando la cifra del 3% necesitaremos 41 operaciones perdedoras seguidas para quedar fuera. Usando la cifra del 5% necesitaríamos 25 operaciones perdedoras seguidas.
Si usamos este dimensionamiento y lo mantenemos, tendremos asegurado que no estamos apostando contra la gran ruleta que son los mercados financieros.