Ayer nos enterábamos que la deuda americana ascendía hasta los 22,01 billones de dólares. Pero ¿es bueno o malo un estado endeudado?.
Estado endeudado: ¿La deuda es buena o es mala?
Con esta última noticia proveniente del otro lado del Atlántico, la deuda americana se ha incrementado en más de 1,5 billones de dólares.
Todos sabréis que uno de los métodos de financiación de cualquier Estado, además de los impuestos, son las emisiones de deuda como la TIR americana o el Bund alemán.
Así como cualquier ciudadano necesita de un ingreso mensual para poder por los menos subsistir. Lo mismo pasa con cualquier gobierno.
El problema es cuando los ingresos quedan muy por detrás de las facturas a pagar. Un ciudadano común puede decidir no pagar la tarjeta de crédito o quitar internet. Pero un Estado tiene obligaciones que debe cumplir con sus acreedores y ciudadanos.
En tiempos donde los bancos centrales no logran encontrar una salida concreta y los tipos de interés se mantienen bajos la cosa se complica.
La deuda de un país asciende a cifras importantes y debe salir a buscar el dinero para pagar. Lamentablemente el que termina asumiendo el pago es el ciudadano de a pie.
A veces nos pintan que el tema son los «Estados grandes», que debemos reducirlo a la mínima expresión. Pero sea del tamaño que sea podría terminar igual de endeudado.
Porque son los manejos de los gobernantes los que pueden reducir o incrementar la deuda.
Veamos un ejemplo cercano, el cierre parcial de la administración estadounidense. Por deciros un importe, el muro con México que tanto ha prometido Trump costaba unos 1,5 millones de dólares. El cierre del gobierno acarreaba unos costes que fueron mucho más que el dinero que necesita el gobierno de EE.UU. para levantar el muro.
Otro caso más cercano, el rescate bancario en España. El gobierno no ha podido recuperar el dinero prestado a los bancos tras la gran crisis del 2008. Y vuelve a ser el ciudadano con más impuestos quienes afrontan los gastos del Estado, tanto del lado estatal como los gastos que nos cobran los bancos. Porque todos somos el Estado, pero más bien en las malas que en las buenas.
No vamos a poner en discusión las medidas tomadas por los gobiernos pero si destacar que las deudas no es que sean buenas o malas sino que son uno de los medios de financiación.
Que lo sepa administra bien o mal, que consiga mayores ingresos con más empresas nuevas y mejores condiciones laborales, que cobre más o menos impuestos, es otro tema.
Siempre nos dicen la mejor manera de ahorrar es gastar menos de lo que se gana.
Los grandes gastos no son la sanidad, jubilaciones, educación sino la gran cantidad de funcionarios que hay y a los cuales siempre se les paga.
Quizás los Estados deberían preocuparse más porque el pueblo viva mejor y no en vivir mejor que el pueblo.
«Menos es más», una máxima de publicidad que podríamos aplicar. Pero que el menos sea en la cantidad de personal quizás innecesario que tienen los Estados.
La deuda estatal siempre va a existir, lo que necesitamos son gobiernos donde se recorte en donde realmente sobre y no donde es necesario. Quizás así las deudas no serían tan costosas y todos viviríamos mejor.