Las divergencias en análisis técnico representan el hecho de que un indicador marque una dirección de la tendencia opuesta a la que marca el precio. Cuando una divergencia se presenta, se suele dar por buena la dirección que señala el indicador frente a la que señala el precio. La idea que subyace a esto es que, en tanto que el gráfico es una medida en bruto de los sentimientos del mercado, los movimientos del precio en él representados se pueden deber a múltiples motivos. Sin embargo, los indicadores extraen ciertas medidas de la cotización que son menos susceptibles a los movimientos espurios, sabiéndonos mostrar así cuales de los movimientos se han basado en motivos sólidos y cuales no.
En el análisis semanal del Ibex35 del viernes anterior (puedes verlo aquí) encontrábamos un gráfico horario en el que se veía un ejemplo de divergencia. Usaremos aquí ese mismo gráfico como muestra.
Como se puede ver en la zona de las flechas, el precio lleva un patrón alcista con tres máximos crecientes, los dos últimos prácticamente a la misma altura. Sin embargo, el RSI en este caso, marca también un pico por cada pico del precio, pero en este caso los tres siguen un patrón claramente bajista. Este es un ejemplo muy claro de divergencia.
Las divergencias tienen más fuerza cuanto mayor es la resolución del gráfico, es decir; en velas diarias tienen mucha más relevancia que en velas horarias. Por otro lado la divergencia es mucho más significativa cuando existe una contradicción absoluta, por ejemplo cuando el precio marca máximos crecientes y el indicador los marca decrecientes. No obstante también existe divergencia de menor intensidad cuando no existe contradicción sino sólo falta de seguimiento del patrón. Un ejemplo sería que el precio marcara máximos crecientes y que el indicador marcara máximos a la misma altura, sin necesidad de que estos sigan un patrón decreciente. Un ejemplo de este segundo tipo de divergencia se puede ver en este gráfico del Banco de Sabadell.
En el gráfico vemos que se producen unos máximos claramente alcistas en el precio. Sin embargo, mientras que en el RSI los mínimos sí respetan la relación que estos tienen en el precio, los máximos ignoran el patrón creciente y se mantienen a la misma altura. La interpretación en este segundo caso es la misma, prima el indicador frente al precio, marcando que las subidas no tienen impulso y prediciendo una caída en el valor. Además todas las divergencias mencionadas se pueden dar en sentido inverso; con mínimos decrecientes en el precio y mínimos crecientes en el indicador, lo que conlleva una señal de futuras subidas.
Por último es interesante destacar que, mientras que las divergencias se pueden producir con respecto a prácticamente cualquier indicador, hay algunos que ofrecen mejores resultados. En este sentido, el RSI es extremadamente bueno, ya que en condiciones normales suele respetar a la perfección las relaciones entre máximos y mínimos del precio. Por ello, aparte de por el propio significado del indicador, las desviaciones respecto a los patrones del precio representan falta de fuerza con gran fiabilidad.