La pasión es el motor de la vida: pasión por la música, el cine, tu trabajo o tus vacaciones. Incluso para ser inversor la necesitas.
La pasión como motor de tus inversiones
Para ser inversor te tienen que apasionar los mercados, que al pensar en ello te acuerdes del dicho «sentir la piel de gallina»….
La pasión no se forma, nace de uno mismo, de hacer lo que a uno le gusta. Porque es la mejor forma de poder alcanzar tus objetivos. Y los mercados tienen mucho de esto.
¿Cuál es tu objetivo como inversor?. Pues alcanzar la rentabilidad. Y esto no se consigue de la noche a la mañana sino que lleva su tiempo y a largo plazo. Para sostener algo durante tanto tiempo tiene que haber mucha pasión, sino de lo contrario os quedaréis en el camino.
En el mundo de la inversión hay mucha competencia, muchas piedras que saltar en el camino y sin ese empujón que da la pasión solo quedará en un sueño sin cumplir.
Por eso, si descubrimos desde muy jóvenes nuestra ansía por los mercados financieros el camino será mucho más ameno. Más allá de si estudiáis una carrera afín o en vuestro grupo de amigos suelen hablar sobre estos temas. Además que cuanto antes empecéis más rápido alcanzaréis vuestro objetivo, ya sea que operéis en forex o en acciones.
La pasión es el alimento para formarse continuamente, para recuperarse de las perdidas, para mantenernos en nuestro camino, para trabajar seriamente, para entender los riesgos…… en fin para ser un verdadero trader.
La pasión es la persistencia, la constancia, la lucha diaria y el motor del cambio en tu actividad como inversor. Es lo que te mueve y te ayuda a seguir dando batalla en los campos de combate de los mercados financieros.
La pasión es un medio, el camino los mercados financieros y el objetivo la libertad financiera.