Para los que desean iniciarse en los mercados financieros un club de inversión es una de las mejores opciones que existen ya que se puede tomar contacto con ellos con un riesgo muy bajo, conociendo a personas con las mismas inquietudes y aportando una cantidad de dinero muy pequeña. ¿Cómo poner en marcha un club de inversión? Vamos a dar unas pinceladas:
¿Por dónde empezar?
Es mejor conseguir variedad de personas que aporten diferentes intereses, experiencias y perspectivas. El número ideal es de 20 personas. Si hay menos integrantes los miembros deberán aportar más para que las comisiones de intermediación afecten menos. Si hay más la toma de decisiones puede complicarse mucho.
¿Donde inscribirse?
Necesita un NIF para poder operar por lo que hay que buscar una forma jurídica que se adapte a las circunstancias. Desde Kainve recomendamos la comunidad de bienes aunque también es posible hacerlo a través de una Asociación o una Sociedad. La elección de la forma jurídica depende de los objetivos del club y el capital aportado.
¿Cómo organizarlo?
Primera reunión
- Nombramiento de los cargos de la junta directiva:
- Presidente
- Vicepresidente
- Tesorero
- Secretario
- Elegir el nombre del Club
- Establecimiento de las normas de funcionamiento para plasmarlas en los estatutos
- Determinar un sitio fijo de encuentro
- Establecer la periodicidad de las reuniones
- Hacer un resumen con los temas a tratar antes de cada reunión para evitar que alguno de los miembros se alargue más de la cuenta en un tema que no sea de interés general.
- Fijar cantidad para aportar cada mes.
- Elegir el intermediario financiero.
Segunda reunión
Una vez preparada toda la documentación se debe formalizar la constitución del mismo con la firma de todos los miembros y ratificación de los cargos de la junta directiva. En esta segunda reunión ya se pueden tomar decisiones del club de inversión ya que es cuestión de tiempo que los tramites se hayan realizado.
¿Cómo garantizar el buen funcionamiento del club?
Dejar las cosas claras en la primera reunión:
- Repartir las tareas informativas: repartir el seguimiento de los principales sectores económicos.
- Mantener el orden: la disciplina no debe imponerse solo en el reparto y cumplimiento de las tareas sino también en el desarrollo de cada reunión, para evitar la tentación de una desordenada charla, que no conduzca a nada concreto. Un ejemplo de normativa es la apertura del tesorero para informar sobre la composición, evolución y últimas normas de la cartera. Despues, cada socio expondrá, de forma concisa, su informe sobre el sector que siga en prensa. Tras ello se abrirá un debate el que se debe llegar a conclusiones, que serán expuestas por el presidente o el secretario al final de la asamblea para su aprobación.
- Descartar las ganancias rápidas: es la peor forma de aprendizaje. La bolsa es una opción rentable cuando se realiza a largo plazo.
- Invertir con regularidad: los socios de un club de inversión deben aprender de todos los escenarios posibles. Y uno de ellos es la entrada en un mercado o valor al alza. Hay que intentar estar siempre en el mercado, en unos u otros valores, no apostar solo por la compra de “gangas” evidentes.
- Decisión ante las pérdidas: en la bolsa no valen vacilaciones, pueden costar dinero. Mejor seguir el viejo refrán, “es mejor perder que perder mas”. Es recomendable aprovechar las herramientas de los intermediarios financieros como el Stop Loss.
- Diversificar, pero sin excesos: el exceso de diversificación es una constante cuerda floja ante temores a perdidas, en la que no se puede hacer un aprendizaje sólido.
- Elegir bien al presidente:
- Renunciar a los dogmas: no sea tozudo. Olvidar la idea personale, por muy buena que parezcan, y recordar que diez o doce personas piensan mejor que una sola. Se debe asumir la decisión de la mayoría, y acudir a las reuniones dispuestos a no encerrarse la idea propia, en el “dogma de fe” bursátil.
- No obstaculizar al equipo: el trabajo en equipo es imprescindible para la buena marcha del club. Eso quiere decir que no valen excusas ante ausencias reiteradas a las reuniones, o si no se han podido hacer los deberes. En estos casos, tener la inteligencia de abandonar el club, será mucho más agradable que el club tenga que expulsar al miembro. Se trata del interés de la mayoría y por encima de todo hay que expulsar a quien no coopera.
- Pensar en el mercado global: información sobre la marcha del resto del mundo, puede ayudar a encontrar otras rentabilidades y a anticipar algunas tendencias que pueden darse en mercados locales.