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Gestión Pasiva

El largo plazo es tu aliado

By 19 abril, 2017enero 10th, 2018No Comments

 

En el anterior artículo veíamos las ventajas de la gestión pasiva, pero su mayor potencial se desarrolla cuando la inversión se realiza a largo plazo. Para ver una aplicación más práctica y más cercana a nosotros hablemos de algo que nos queda próximo a todos, las hipotecas.

Aviso a navegantes, vas a ver algunos números y cálculos, pero no te preocupes, puedes ignorarlos sin mayores miramientos y centrarte en las ideas de fondo.

Igual te preguntas cómo puede ayudarte la gestión pasiva a pagar tu hipoteca, pero la realidad es que puede y mucho. Supongamos que tienes la típica hipoteca con mensualidad fija que suscribiste para financiar a treinta años la totalidad de tu vivienda de 200.000€. Si por esa hipoteca tu banco te cobra un 5% TAE fijo, pagarás todos los meses 1.060€ de hipoteca y al final del préstamo habrás pagado en total 381.639€ entre capital e intereses.

Pues bien, ahora imagina que en vez de pagar esos 1.060€ hablas con el banco para reducir tu mensualidad en 50€ y así pagar solo 1.010€. Eso te deja libres 50€ todos los meses que puedes invertir, pongamos que en el S&P500. Lógicamente esta reducción en la cuota tiene una contrapartida, y esta es que la duración del préstamo hipotecario se alarga de treinta años a casi treinta y cuatro.

Sin embargo eso a ti, que conoces las ventajas de la gestión pasiva, te debería dar igual, ¿sabes por qué? Porque esos 50€ invertidos cada mes en el S&P500 te van a permitir amortizar la hipoteca antes de treinta años y además vas a ahorrar una importante suma en intereses. Lo mejor de todo es que tú no tendrías que haber hecho nada para obtener estas ventajas, simplemente dejar que tu gestor se hubiera encargado de invertir tus 50€ cada mes en el S&P500.

Suponiendo que hubieras contratado la hipoteca el 1 de enero de 1985 y hubieras empezado ese mismo mes las aportaciones a tu plan de ahorro en el S&P500, para el 20 de diciembre de 2013 ya hubieras podido cancelar la hipoteca, ahorrándote más de 14.000€ y casi un año respecto de los treinta iniciales. ¡Enhorabuena, la gestión pasiva te ha ahorrado un año de hipoteca y te ha regalado un viaje por el mundo con todos los lujos!. Es más, si únicamente hubieras hecho desde esa fecha aportaciones al plan con tus 50€ mensuales, para nochevieja de 2016 hubieras tenido 64.000€ con una aportación de solo 17.650€. Aunque no parezca mucho con esas cifras, eso es una rentabilidad de casi el 400%, imagina que en vez de 50€ hubieras puesto más. Esa es la magia del largo plazo cuando lo combinas con la gestión pasiva.

Como decía más arriba, puedes ignorar los números si quieres, pero es importante que quien quiera pueda verificar los cálculos y ver que efectivamente no nos inventamos nada. La gestión pasiva, a través de sus inferiores costes, permite que el largo plazo haga que la capitalización compuesta (esa que Einstein definió como la fuerza más poderosa de la naturaleza) trabaje para ti. De esta manera ya eres tú quien elige para qué vas a hacerla trabajar; para que pague tu hipoteca, te pague la jubilación, te permita cambiarte de coche o te pague un máster. Las posibilidades son tan infinitas como las necesidades que quieras cubrir con ayuda de la gestión pasiva.

Rubén Castillo Sánchez

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