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La Guerra Comercial ha comenzado

Lo que se venía prediciendo o viendo venir ha comenzado, la guerra comercial. Las amenazas de aranceles han dado paso a una escalada de impuestos sobre las importaciones desde ambos lados del Atlántico.

La Guerra Comercial ha comenzado

La excusa del «American First» por parte de Trump ha tomado otro color aduciendo que China se aprovecha de su país. No obstante, hay que destacar que el estado americano es uno de los principales destinos de sus productos, así como Europa que también se encuentra afectada por posibles aranceles. Es decir que muchas empresas americanas optan por los productos chinos ante el bajo coste que supone como todos sabemos, donde la mano de obra es la más barata a nivel mundial.

Los analistas se encuentran separados, unos esperan una recesión mundial y otros creen que esto podría beneficiar a la economía americana.

Lo que si es cierto es que estamos ante una puja entre dos de las principales potencias mundiales y ya no estamos en un mundo donde todos hacen caso sin chistar a la Casa Blanca, si no que no dan el brazo a torcer y toman las mismas medidas de ser necesario.

El viernes el gobierno norteamericano impuso aranceles del 25% a importaciones chinas por valor de 50.000 millones de dólares sobre productos que contienen «tecnologías industrialmente significativas». China, por su parte, dijo que respondería con aranceles del 25% a un total de 106 productos importados de EE.UU., entre los que figuran la soja, automóviles y aviones, por el mismo valor que ha impuesto Washington.

Donald Trump ha pedido a su equipo que prepare otra lista de productos chinos para ser grabados con nuevos aranceles del 10% por valor de 200.000 millones de dólares. Desde Pekín aseguran que volverán a responder.

Si os fijáis en cualquier producto, desde un juguete hasta un microprocesador, la gran mayoría lleva la leyenda «made in china». ¿Qué tanto le costaría a las empresas estadounidenses elaborar todos esos productos que compran a oriente? No lo sabemos y quizás tampoco está en sus planes. Lo que si es cierto es que esta puja de poder se está traspasando a los mercados bursátiles americanos, asiáticos y europeos esta semana.

Trump tiene las cartas fuertes en su poder para llevar la balanza a su favor pero esto no solo afectaría a las empresas chinas sino que todas aquellas empresas residentes en EE.UU. también estarían afectadas por estas medidas, teniendo que trasladar los costes al consumidor final en una economía americana que se está recuperando pero no para tirar cohetes al cielo tal como ha expuesto la FED en su última reunión. Sin olvidar que se esperan dos subidas de tipos más en lo que resta del 2018.

Mientras tanto China continúa con el petroyuan, impulsando la nueva ruta de la seda china y tomando los proyectos que van dejando las empresas europeas, como Total, en Irán ante la salida del pacto nuclear del gobierno de Trump.

Una lucha de poderes entre occidente y oriente que solo el tiempo y las decisiones de ambos gobiernos determinarán el futuro de la economía mundial.

 

Imagen de portada Designed by Freepik

Adrián Oscar Vaca Guzmán

Author Adrián Oscar Vaca Guzmán

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